Elaborado por: Johana Macias
LA HONESTIDAD
La honestidad Es aquella cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia. “La persona honesta es grata y estimada, es hermosa en su carácter y quien es honesto es bondadoso, amable, correcto, admite que está equivocado, cuando lo está; sus sentimientos son transparentes, su buena autoestima la motiva a ser mejor, no aparenta lo que no es, lo que proyecta a los demás es real”.
Es muy importante que cada uno de nosotros sepamos ser honestos con nosotros mismos porque si no sabemos hacerlo, entonces no vamos a lograr ser honestos con los demás. Hay que aprender que la honestidad es un valor muy importante como todos los demás valores morales y que todos deberíamos de aprender a llevarla y mucho mas a practicarla, ya que no todas las personas son honestas y mucho mas ahora en este mundo tan perdido de valores.
La honestidad no consiste solo en decir la verdad sino que aprender a decir con franqueza todas las cosas que muchas veces nos guardamos, para no herir a otra persona o por otros motivos que cada uno puede tener. Lamentablemente vivimos en un mundo deshonesto los humano abrigamos una tendencia de actitudes que muchas veces no nos damos cuenta ni siquiera de las actitudes que tomamos a veces a hasta con nuestra propia familia.
La honestidad no consiste solo en decir la verdad sino que aprender a decir con franqueza todas las cosas que muchas veces nos guardamos, para no herir a otra persona o por otros motivos que cada uno puede tener. Lamentablemente vivimos en un mundo deshonesto los humano abrigamos una tendencia de actitudes que muchas veces no nos damos cuenta ni siquiera de las actitudes que tomamos a veces a hasta con nuestra propia familia.
La persona honesta es grata y estimada, es hermosa en su carácter y quien es honesto es bondadoso, amable, correcto, admite que está equivocado, cuando lo está; sus sentimientos son transparentes, su buena autoestima la motiva a ser mejor, no aparenta lo que no es, lo que proyecta a los demás es real. Se debe reconocer que la honestidad es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad, para la auténtica vida comunitaria. Pero se debe tomar en serio por sí misma, no “como la política más conveniente.
Hay una gran diferencia entre tomar en serio la verdad y no dejarse pillar. Los padres a menudo decimos “que no te pille de nuevo”, y es comprensible, pero una vida buena y honesta es más que eso. El desarrollo moral no es un juego de “píllame si puedes”. Conviene concentrarse en lo que importa de verdad, la clase de persona que uno es, y la clase de persona que uno quiere ser.
Hay una gran diferencia entre tomar en serio la verdad y no dejarse pillar. Los padres a menudo decimos “que no te pille de nuevo”, y es comprensible, pero una vida buena y honesta es más que eso. El desarrollo moral no es un juego de “píllame si puedes”. Conviene concentrarse en lo que importa de verdad, la clase de persona que uno es, y la clase de persona que uno quiere ser.
En el aprendizaje de los niños es fundamental inculcarle este valor ya que deben de aprender a decir la verdad siempre. Y no solo a decir la verdad si también enseñarles a ser honestos consigo mismo y con los demás para que cuando crezcan sean personas honesta y con una buena conducta. También les enseñara a ser auténticos y a respetar el estilo de vida de sus compañeritos, valorar sus propias cosas pero especialmente a conocer los limites de sus actuaciones y derechos. Una persona honesta sabe hasta donde puede llegar con sus actitudes y comportamiento.
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